Las monedas digitales y digital wallets serán macrotendencia en 2022 detalló el informe Payments 2025 & Beyond, realizado por la consultora PwC.
Monedas digitales y digital wallets serán tendencia en 2022
Según el informe Payments 2025 & Beyond, realizado por la consultora PwC, la forma en la que se mueve el dinero en la sociedad va a experimentar la mayor transformación en décadas.
“El nuevo ecosistema de los medios de pago resultante vendrá dado por la respuesta que den los bancos, las empresas de tecnología, los reguladores, los gobiernos y los consumidores a este desafío”, se indica en el reporte.
Asimismo indicó que el sector ha aumentado su importancia como catalizador de la reducción de costes de transacción, el fomento del crecimiento y el apoyo en la transición hacia economías inclusivas y digitales.
En las regiones en desarrollo de África, los pagos están creciendo a más velocidad que el promedio mundial, permitiendo que millones de personas “no bancarizadas” obtengan acceso a bienes y servicios sin efectivo.
En ese sentido, se establecieron seis macrotendencias
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Inclusión y confianza
En 2014, el Banco Mundial se propuso conseguir, en 2020, el acceso universal al sistema financiero de todos los ciudadanos adultos del planeta. Esto implicaba el acceso a una cuenta corriente para depositar dinero y hacer y recibir pagos.
Este objetivo todavía está lejos de alcanzarse -en 2017 sólo tenía acceso el 69%-, especialmente, en los países en desarrollo, donde la inclusión financiera seguirá estando impulsada por el acceso a los dispositivos móviles y a medios de pago sencillos y accesibles. En 2025, se espera que los teléfonos inteligentes hayan llegado ya al 80% de la población del planeta.
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Monedas digitales
En los próximos 20 años se prevé que las monedas digitales de los Bancos Centrales -conocidas como CBDCs, por sus siglas en inglés-, junto con las criptomonedas sean la mayor disrupción en el sector financiero.
En la encuesta, las organizaciones de servicios financieros de Europa, Oriente Medio y África con ingresos superiores a los 5 mil millones de dólares citan la “incertidumbre del mercado y la potencial disrupción” -como la introducción de CBDCs-, dentro de sus tres principales preocupaciones.
Un ejemplo de este tipo de iniciativas en el ámbito privado es el lanzamiento de Diem, por parte de Facebook.
Además, el escepticismo de los bancos centrales sobre el potencial de las criptomonedas impulsadas desde el sector privado puede que esté empezando a cambiar a medida que actores, como Mastercard, Visa y BNY Mellon, se están preparando para facilitar el uso de este tipo de activos.
Una reciente encuesta del Bank for International Settlements (BIS) aseguraba que el 60% de los Bancos Centrales está considerando el uso de CBDCs y el 14% ya tienen programas pilotos en marcha.
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Digital Wallets
Las carteras digitales o e-wallets permiten el almacenamiento de distintos medios de pago y el acceso a fuentes de financiación desde los dispositivos móviles. Estas carteras serán cada vez más fundamentales como un front-end de pago, como lo ejemplifica Apple Pay, el relanzamiento de Google Pay y el auge de las ‘superapps’ WeChat Pay y Alipay en China.
En 2020, el uso de los digital wallets creció un 7% en el mundo, según un informe de la compañía Financial Services Technology Group.
Paralelamente, hasta el 86% de los encuestados están de acuerdo en que los proveedores de pagos tradicionales colaborarán en aras de la innovación con las fintechs y los proveedores de tecnología.
Además, el 45% “están totalmente de acuerdo” en que habrá una mayor inversión en tecnología móvil más allá de los pagos minoristas para respaldar los pagos de empresa a empresa (B2B) y la digitalización de las cadenas de suministro.
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La batalla de los raíles
A medida que pasamos de las tarjetas y las cuentas tradicionales a los pagos cuenta a cuenta, los reguladores fuerzan al sector a fortalecer sus infraestructuras domésticas.
De hecho, los consumidores de los mercados emergentes están ‘saltándose’ la era de las tarjetas y migrando directamente a mobile wallets.
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Pagos transfronterizos
La frustración con el modelo tradicional de banca, a la vez engorroso y caro en un mundo de pagos instantáneos y baratos, ha llevado a la intensificación de los proveedores no bancarios.
En los próximos cinco años se espera una aceleración de los pagos transfronterizos B2B, según una encuesta realizada por PwC entre directivos del sector financiero. Unas expectativas que se ven respaldadas por la aprobación de la ISO 20022, como estándar global para la transmisión de datos para los pagos.
Un reciente proyecto piloto realizado por la compañía Faster Payments Service, propiedad de la autoridad británica de pagos, registró el pago más rápido de la historia efectuado desde Australia a un beneficiario del Reino Unido: todos los procesos estaban confirmados en sólo 36 segundos.
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Delitos económicos
El impulso que la pandemia ha dado al comercio electrónico ha supuesto, también, una puerta abierta para los fraudes. En 2020 el valor del fraude medio en procesos de compra aumentó casi un 70% respecto a 2019, según datos de la compañía Sift.
La banca abierta en combinación con la entrada de nuevos actores y del mayor uso de los pagos electrónicos de las carteras digitales abren también el abanico de los delitos económicos que se pueden cometer.
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